Ana Alcolea Serrano nació en
Zaragoza, en 1962, y sigue viva a día de hoy. Sigue publicando novelas, la más
reciente es la llamada “Castillos en el aire” publicada en 2015.
Es licenciada en Filología Hispánica y diplomada en Filología
Inglesa. Desde 1986, es profesora de secundaria en un instituto. También tiene
un blog desde octubre de 2011 (aquí os
dejo la dirección) http://alestedelcanal.blogspot.com.es/
Su obra es de literatura infantil y juvenil. También hace
discursos en colegios e institutos, y publica textos didácticos sobre teatro,
sobre todo del teatro clásico español, sobre lengua y literatura.
Algunas de sus obras más populares son: Donde aprenden a volar las
gaviotas, El retrato de Carlota, El medallón perdido y Cuentos de la abuela Amelia.
Ha vivido en Teruel,
Cantabria y Alcalá de Henares pero pasa largas temporadas en Noruega. Le gusta
viajar, conocer culturas y lenguas pero siempre lo hace con un cuaderno en el
que toma notas y apuntes que luego recrea en sus novelas. Sus primeros recuerdos
vienen de su primer viaje a Italia. Resumen por capítulos:
Capítulo 1:
En este fragmento del libro podemos apreciar que la
protagonista, llamada Carlota, está en un avión, sin la compañía de sus padres,
que se dirige hacia Venecia para pasar las vacaciones con su tía Ángela. En
este capítulo nos explica su experiencia en el avión y lo que hace para
entretenerse.
Capítulo 2:
En este episodio nos trasladamos a la gran vivienda de
Ángela, que era parte de un antiguo palacio venezolano, el cual es descrito con
mucha exactitud y cariño. También descubrimos un enigmático cuadro donde sale
una mujer que tendrá un papel importante en la historia.
Capítulo 3:
A partir de aquí descubrimos un poco más del gran palacio y
quien es la extraña mujer del cuadro, ¡Es la bisabuela de Carlota! Además su
muerte está envuelta de una capa de misterio que nadie ha traspasado e incluso
hubo sospechas. ¿Logrará Carlota resolver su extraña muerte?
Capítulo 4:
Dejando de banda el descubrimiento del anterior capítulo,
encontramos una nueva incógnita, el collar de Ángela. Ese extraño adorno lo
recibió de África de alguien que no menciona. Carlota se queda decepcionada e
intrigada por ese medallón pero parece que ha encontrado algo extraño en el
cuadro de su bisabuela.
Capítulo 5:
Carlota descubre que hay un peculiar collar en el retrato de
su bisabuela. Un collar diferente porque las cuentas eran cuadradas en vez de
redondas u ovaladas. Una cosa curiosa es que en el cuadro parece que se quería
resaltar el collar. Por alguna razón, Carlota relaciona el collar con la muerte
de su bisabuela ¿Tendrá razón?
Capítulo 6:
Dos días después de la llegada de nuestra protagonista,
Carlota decide salir a la calle, sin su tía, para olvidarse de la intrigante
pintura sobre su bisabuela. Caminaba sin ir a ningún lugar en particular hasta
que llegó a la estatua del condotiero Colleoni. La observaba mientras caminaba
de espaldas y se tropezó con alguien. La persona con la que tropezó se le cayó
una partitura al agua que pudo recuperar. Después de recuperar la hoja, cogió
su violín y se fue sin mirar a Carlota. ¿Quién será ese misterioso chico?
Capítulo 7:
Dejando de banda el incidente con el chico del anterior
apartado, Carlota le pide a su tía que le enseñe a tocar el piano pero Ángela
nunca le gustó tocar el piano y acabó olvidándose de cómo tocarlo. A
continuación, Ángela le explica a su sobrina que hay un joven músico llamado
Ferrando que toca el piano y viene a su casa el martes. Carlota le decide
preguntar a su tía si a la bisabuela también le gustaba tocar el piano, a lo
que contesta que sí, entonces Carlota se queja de que quiere ser como su
bisabuela y si tía le responde que solo tienen una cosa en común, el nombre.
Capítulo 8:
Acaba de llegar Ferrando, el joven músico, y Carlota se
prepara para bajar pero su mirada se centra antes en el cuadro que parece haber
cambiado. Sigue caminando mientras mira el cuadro y se cae rodando por las
escaleras. Afortunadamente, Ferrando la coge antes de estamparse contra el
suelo. Justo cuando Carlota levanta la cabeza y ve la de Ferrando se da cuenta
de que es el chico con el que tropezó en la plaza del condotiero. Por suerte,
Ferrando no reconoce a Carlota y se prepara para tocar su melodía. Al final,
resulta que es una música muy extraña que no le gusta a Carlota.
Capítulo 9:
Un día después, Ferrando vuelve a venir a la casa de Ángela
para practicar para un examen en el conservatorio pero Ángela no puede estar
vigilándoles, a él y a Carlota, porque ha tenido una inspiración para su
próxima novela. Después de que Carlota haya preparado chocolate y de que
Ferrando interpretara la Gran polonesa de Chopin, Ángela baja del ático y
grita. Rápidamente, los niños fueron tras ella. La encontraron en el pasillo aterrorizada
mirando el retrato de la bisabuela, mientras había pétalos de rosa en el suelo.
Ángela estaba asustada porque las rosas en el cuadro habían salido del cuadro y
estaban allí en el suelo. Carlota, examinó el cuadro y encontró que había otra
cosa que también había desaparecido, el collar de Carlota, pero este no estaba en el suelo junto a los
pétalos. Ángela pensaba que, en un principio, había sido su sobrina que,
rebuscando en el dormitorio de su bisabuela, había encontrado pétalos y se le
habían caído del bolsillo, obviamente lo ha pensado antes de observar el
cuadro. ¿Tendrá este hecho relación con la muerte de Carlota?
Capítulo 10:
Carlota se encuentra en la cama donde murió su bisabuela y
no puede dormir, así que decide echar un vistazo por la habitación. Después de
examinar la mesilla, la pared y el espejo, decide mirar una caja plateada que
al abrirla no vio nada pero al cerrarla notó que algo se había movido. La
volvió a abrir y algo se cayó al suelo. Carlota encontró lo que se había caído.
¡Era una de las cuentas del desaparecido collar! Carlota se asustó y decidió
esperar al día siguiente para contárselo a Ángela. ¿Será esto una pista de la
fallecida Carlota?
Capítulo 11:
Al día siguiente, Carlota descubre, gracias a su tía, que el
collar pudo matar a la otra Carlota porque ésta, antes de morir, tenía un
minúsculo agujero en el cuello. Después de saber esto, Ángela le dice que el
collar nunca apareció y que ella, y la madre de Carlota, lo estuvieron buscando
durante mucho tiempo. Justo al acabar, Carlota le muestra la cuenta a Ángela y
le responde que a lo mejor es una pista de la difunta Carlota para que averigüe
el misterio de su muerte. ¿Será esto cierto?
Capítulo 12:
Dejando de banda el descubrimiento de ayer, Carlota se
dirige hacia el desván donde Ángela prepara su próxima novela que no quiere
mostrar a nadie. Una vez allí recapitulan sobre todo lo que ha sucedido estos
días y Ángela le responde que va estar ocupada con su libro y que no va a tener
tiempo de investigar, así que su acompañante será Ferrando.
Capítulo 13:
Los venecianos se preparan para el carnaval y Ángela ya
había recogido su disfraz el viernes. Carlota, pensó que se lo enseñaría pero
se equivocaba. Después de esto, Ángela pretende hacer que Carlota se disfrace
para ese carnaval pero a Carlota no le gustan los disfraces. Por suerte, cambia
de opinión al ver el típico disfraz que usaba su bisabuela en los carnavales.
Capítulo 14:
Carlota intenta ordenar un poco sus pensamientos e ideas
sobre los recientes misterios y sobre Ferrando hasta que, de repente, le
apetece una taza de chocolate. Fue a buscar una taza y se dio cuenta de que,
dentro de una vitrina, ve una taza peculiar. Ángela se la coge para poder
lavarla pero dentro había… ¡Otra cuenta del collar! ¿Otra pista dejada por el
fantasma de Carlota?
Capítulo 15:
Carlota pensó que la cuenta oculta en la taza tenía algo que
ver con el extraño misterio y recordó que a la bisabuela le encantaba tomar
chocolate. Le preguntó a su tía si Carlota tomaba el chocolate en algún café, a
lo que respondió que sí. Ángela le propuso que fuera con fuera con Ferrando
pero Carlota decidió que fueran los tres. Finalmente, llegaron al café llamado
Café Florián. Tras sentarse y hacer el pedido, Ángela le comenta a Carlota y a
Ferrando que la otra Carlota murió un martes de febrero durante el carnaval y
había estado en el café antes de morir. Después de la conversación, Carlota se
fija en un espejo y ve… ¡A alguien con el disfraz de la otra Carlota! O mejor
dicho ¡Al fantasma de Carlota! La chica alertó a sus acompañantes pero aquella
persona desapareció y Carlota fue tras lo que vio derramando, sin querer, una
botella de agua. Finalmente, no había nada ni nadie ¿Habrá sido una ilusión o
no?
Capítulo 16:
Se bebieron los chocolates y salieron del café. Mientras
Ángela y Ferrando hablaban, a la pobre Carlota se le había aparecido un grupo
de gente disfrazada que la aturdió y provocó que se perdiera. Por suerte,
encontró a un señor mayor que le ayudó a llegar a casa de su tía. Antes de
llegar, Ferrando visualiza a Carlota y reconoce al señor mayor que le estaba
acompañando. Era el maestro Arnolfi, el profesor de piano de Ferrando y… ¡Conoció
a Carlota! ¿Sabrá algo de su muerte?
Capítulo 17:
Carlota entra en casa y Ángela va a abrazarla. Carlota
estaba algo cansada así que decide subir a su habitación a descansar. Tras
reflexionar sobre lo ocurrido, Carlota decide buscar pistas en el disfraz de su
bisabuela e ignora la voz de su tía, que le pide que baje a cenar. Una vez
puesto el disfraz, Carlota se lo quita y nota algo raro en la peluca del
conjunto. Hizo un corte y… ¡Encontró 5 cuentas del collar! Ferrando fue esta
vez el que insistió pero también fue ignorado. Carlota pensó que en el espejo
podía haber algo, ya que había visto a la otra Carlota en el espejo del
Florián, lo examinó mientras Ferrando seguía insistiendo y encontró un extraño
mecanismo que logró abrir y sacó a la luz una bolsita. Esa bolsita contenía…
¡Otras 5 cuentas! Ángela sorprendió a Carlota subiendo a la habitación. Carlota
le cuenta lo ocurrido y deciden colgar el espejo en su sitio. A la hora de
colgar el espejo, Carlota descubre unas letras que son la firma de un tal Moretti,
es decir el que hizo el espejo, que vive en Murano. ¿Será esto otra pista más?
Capitulo 18:
Un nuevo día empieza en la casa de Ángela. Carlota ha
dormido bien pero su tía no dejaba de pensar en su novela. En ese momento,
Ángela, le pregunta a Carlota que había visto en el café. Carlota le respondió
e incluyó que cree que lo que está ocurriendo tiene un punto de vista lógico y
que se resolverá en la isla. Más tarde, Ángela, le comenta a su sobrina que no
había nada para desayunar porque no había comprado nada el anterior día y que
hará jarabe de rosas. Al principio no le hace mucha gracia a Carlota, pero a la
hora de probarlo cambia de opinión. Carlota le preguntó a su tía de quién era
la receta y su tía le responde que la encontró, escrita por su bisabuela, en un
libro de poesía romana de amor llamado Catulo. Ángela lo empieza a buscar pero
no lo encuentra y Ferrando llama a la puerta.
Capitulo 19:
Una vez ya llegado Ferrando, Carlota cogió las 12 cuentas
del arcano collar y se preparó para partir hacia la isla. De camino hacia su
vaporetto, Carlota se queja de que Ferrando no converse con ella y se lo dice
pero Ferrando le contesta de una forma extraña. Una vez dentro del vaporetto,
Ferrando le comenta a Carlota como son los entierros venecianos, el ataúd va
encima de la góndola y los familiares y amigos van en otras góndolas detrás,
todos en silencio. Después de esta anécdota, el estómago de Carlota empezó a
revolverse, Carlota salió corriendo a vomitar, sin que Ferrando lo notase.
Después de expulsar el vómito, Ferrando fue a abrazar a Carlota y preguntarle
que le había pasado. Finalmente, llegaron a la isla de Murano.
Capítulo 20:
Una vez ya bajados del barco, fueron preguntando a varias
personas cómo llegar al taller de Moretti. Recorrieron un gran recorrido pero
finalmente llegara al taller de Moretti, pero se dieron cuenta de que era
domingo y estaba cerrado. Llamaron a la puerta y una señora les dijo que era
tarde, que se marcharan, ferrando insistió y le dijo que había un collar muy
importante para enseñarle, la señora lo entendió y le dijo donde podía
encontrar a Moretti. Al llegar al lugar donde se hallaba Moretti, los chicos le
hablaron del collar y el les hizo pasar
a su despacho. Le mostraron el collar y Moretti lo reconoció y dedujo que fue
hecho en 1932, pedido por encargo y hecho por su padre. Mientras buscaba los
archivos, los tres tomaban chocolate y Moretti hacia preguntas sobre Ángela.
Finalmente, encuentra los archivos y les comunica que falta una cuenta y el
broche. Carlota pregunta de qué material era el broche y Moretti responde que
sería de cobre. Entonces, Carlota descubrió como había muerto la otra Carlota,
el broche se habría oxidado de moho y se habría pinchado con él sin querer,
Moretti también dijo quien había encargado el collar, el padre del señor
Arnolfi.
Capítulo 21:
Por culpa de haber charlado demasiado con Moretti, Carlota y
Ferrando habían perdido el vaporetto de la una y media. Ahora tenían que
esperar una hora para regresar a Venecia, así que pensaron en aprovechar esa
hora para dar una vuelta por la isla y así conocerla un poco más. Carlota tenía
frío en los pies pero estaba encantada de que Ferrando la tuviera cogida por el
hombro. Mientras paseaban, Carlota empieza a sospechar que todo lo ocurrido ha
estado organizado y premeditado. Después de la anterior deducción de Carlota,
la madrileña cree que es un buen momento para confesar al veneciano que ella
era la chica con la que tropezó en la plaza.
Ferrando no se lo esperaba pero no le dio ninguna importancia y le
declaró que le gustaba mucho estar con ella y la besó suavemente pero después
más fuerte y apasionadamente. Justo en ese momento llegó el vaporetto al que
entraron y allí la siguió besando.
Capítulo 22:
Llegaron a casa a las 4 de la tarde y le contaron todo a
Ángela. Ángela se había sorprendido con lo que le habían contado sobre Arnolfi
y le dijo a Ferrando que lo llamara para quedar. Mientras ferrando llamaba a Arnolfi,
Carlota y Ángela charlaban sobre Moretti. Arnolfi aceptó y quedaron a las 5 en
su casa. Ángela dijo que ella no podía ir porque tenía que trabajar así que
mandó a los chicos en su lugar. Llegaron a la plaza donde se conocieron por
primera vez, Ferrando le explicó porque era tan importante la partitura que se
le cayó y que hizo Ángela por él y besó a Carlota. Tocaron las 5 y fueron
corriendo a casa de Arnolfi. Al llegar, un mayordomo les abrió la puerta donde
les recibiría Arnolfi. Arnolfi les fue mostrando la casa y su piano. Nada más
acabar, les ofreció jarabe de rosas, Carlota se sorprendió y lo aceptó en
cambio Ferrando pidió un chocolate. Carlota le mostró el collar y Arnolfi se
sorprendió y empezó a contar la historia de Carlota. El padre de Arnolfi amaba
a Carlota y ella a él pero él se fue a la guerra y a colonizar África y ella
pensaba que eso era de otros tiempos. Se casó con otro, el bisabuelo, porque no
quería estar con alguien que opinaba lo contrario. El bisabuelo le gustaba
también la música así que le regaló un piano de cola. Cuando el padre de
Arnolfi volvió hizo todo para hacer que Carlota volviera con él e incluso le
compró otro piano pero no logro nada. El padre de Arnolfi se casó con la madre
y las respectivas parejas tuvieron un hijo cada uno. Ambas familias tenían
buena relación entre ellas pero Carlota seguía enamorada del otro Arnolfi y se
veía en secreto todas las semanas. El collar sólo se lo ponía en fechas
señaladas. El padre de Arnolfi pintó el famoso cuadro que tiene Ángela en la
escalera. Al acabarlo de pintar se acabaron las visitas. El pequeño Arnolfi
seguía yendo a la casa de Carlota porque le enseñaba a tocar el piano y le leía
poemas antiguos. Pero llegó el trágico día de carnaval, Carlota llevaba su
traje y el maestro Arnolfi le había dado unas flores de parte de su padre. En
las flores había una tarjeta que decía de quedar a las 5 en el Café Florián.
Carlota reaccionó de forma extraña pero fue. El maestro la siguió hasta el
Florián y les vio discutir a ella y a su padre. Carlota se marchó llorando y el
padre encargó otro chocolate, porque el otro se había derramado, y le echo
algo. Justo al acabar esa escena, el pequeño Arnolfi salió del café a visitar a
su madre. Después de que el pequeño Arnolfi viera a su madre, se dirigió hacia la
casa de Carlota. La encontró llorando y estaba algo mareada. El joven maestro
le quitó la peluca y su dedo se manchó de sangre. Carlota le dijo que se había
pinchado con el broche del collar y que si le podía traer un vaso de agua.
Arnolfi ayudó a subirla a la habitación y le intento quitar el collar, porque
se lo pidió, Carlota estaba ardiendo y el pequeño decidió llamar a un médico.
Carlota le dio al chico un último mensaje dirigido a su padre, que era que
tenía razón, el chico encontró un médico y le llamó. Subió al piso de arriba
con el vaso de agua y se dio cuenta de que Carlota no respondía ni respiraba,
en otras palabras, estaba muerta. Arnolfi echó a llorar porque pensaba que
había sido su padre. Rompió el collar y escondió 5 cuentas en el doble fondo
del espejo, el resto lo escondió en el piano excepto el broche y una cuenta.
Llegó el médico que encontró al maestro llorando y le explicó lo ocurrido. El
doctor le pidió que llamara a sus padres e hizo el diagnostico. Carlota había
muerto de tétanos por culpa de una horquilla en la peluca, según el doctor.
Arnolfi no mostró el broche por miedo a que culparán a su padre y descubrieran
su amor secreto.
Capítulo 23:
Ferrando y Carlota se quedaron mudos con la historia de
Arnolfi. Poco a poco todo encajaba. Ferrando le preguntó que fue del broche y
la última cuenta. Arnolfi siguió narrando. Llegó su padre destrozado y
llorando, le contó que lo último que habían hecho había sido tomar unos
chocolates juntos y que siempre llevaba una cajita con canela para el chocolate
de Carlota. Arnolfi le dio el último mensaje de Carlota y sonrió. Mientras el
médico llamaba al marido de Carlota, Arnolfi y su padre estaba en el puente
Rialto, tiraron el broche y la caja de canela. Carlota le preguntó que como era
posible que las otras cuentas aparecieran en otros lugares. Arnolfi siguió
explicando. Volvió a la casa unos años más tarde, sus padres ya habían muerto,
alquiló la casa donde está actualmente durante muchos años y venía a Venecia
ocasionalmente pero siempre visitaba la antigua casa de Carlota para encontrar
las cuentas pero siempre había demasiada gente allí. Tras dejar su vida nómada,
se quedó en Venecia y montó la academia. Todo había cambiado. Frecuentaba la
casa de Ángela con la excusa de tocar el piano. Nunca encontró las cuentas y lo
dejó estar. Carlota le recordó que aún tenía la cuenta más grande. Arnolfi
continuó. Ángela le presentó a Ferrando y lo aceptó como alumno y le regaló el
violín con la cuenta oculta. Carlota le preguntó que quién escondió las otras
cuentas si no fue él y que el retrato había cambiado. Arnolfi les dijo que
deberían hablar con Ángela. ¿Era todo un montaje?
Capítulo 24:
Salieron de casa de Arnolfi, llovía mucho. Ferrando no llegó
a entrar sino que se fue a casa para cambiarse y comprobar la última cuenta.
Carlota entró pero Ángela no estaba. Había dejado una nota donde decía que
llegaría tarde. Carlota se duchó y se durmió. Al siguiente día, Ángela despertó
a Carlota y Ferrando llamó a la puerta,
porque traía la cuenta. A la hora en que Carlota iba a ver la cuenta se dio
cuenta de que el cuadro estaba igual que el primer día. En ese momento, mientras Ferrando le contaba
toda la historia a Ángela, Carlota fue razonando y, cuando Ferrando acabó, acusó a Ángela de
montaje. Ángela se rió y confesó. Encontró las cuentas, de pequeña, en el piano
gracias a un gato llamado Pinocho que había caído en el piano y las cogió y ocultó. En realidad, había 2 cuadros,
el del padre de Arnolfi, que tenía rosas y el collar, y el del bisabuelo, que
no contenía ni rosas ni el collar, como el retrato del abuelo siempre estaba
colgado no identificó las cuentas hasta más tarde que encontró el otro. Pero la
visión en el café no fue obra de ella. Hizo esto para entretener a Carlota y
poder escribir su novela. Después de desenmascarar el misterio, Luigi, el
mayordomo de Arnolfi, llamó a la puerta para entregar el libro de poemas de
Catulo. Finalmente, Carlota le pide a Ferrando que lleve el collar a Moretti
para que lo arregle.
Capítulo 25:
Ferrando estuvo todo el día en Murano con Moretti. Ángela
acababa su novela y Carlota ordenaba sus ideas y hacer consciencia que la
semana en Venecia se acababa. El día siguiente, llegó el collar y Ángela se lo
regaló a Carlota en honor a su descubrimiento. Carlota y Ferrando habían
quedado a las 6 en el Florián para celebrar el carnaval con Ángela y Moretti.
Cuando llegó Moretti, Carlota y Ferrando se fueron a disfrutar el carnaval y el
último día de Carlota.
Capítulo 26:
Carlota y Ferrando ya se habían despedido por la noche, ya
que a Carlota no le gustan esas despedidas tristes en el aeropuerto. Ángela,
que la había acompañado, le regala su novela que tanto estaba esperando y le
preguntó si llevaba el collar. Carlota le dijo que si pero la engaño, en
realidad estaba oculto en el palacete. Ya dentro del avión, Carlota ojeó la
novela y se dio cuenta de que la novela trataba de todo lo que había pasado
estos días y se llamaba “El retrato de Carlota”.
Opinión:
La obra es buena. ¿Por qué? Pues, porque la autora pone
mucho mimo a la hora de describir. Es uno de los pocos libros que he leído que me
siento a gusto imaginando, digamos que es como si realmente pudieras ver lo que
estás imaginando y eso no es algo fácil de hacer con algo que estás
escribiendo.
También me he dado cuenta que los primeros capítulos son
bastante cortos, 2 o 3 páginas por capítulo, pero es que no necesitan más
páginas, el contenido de éstas es más que suficiente, la autora sabe sacar al
máximo cada trocito del capítulo algo que, repito, no es nada fácil. Aunque me
ha mosqueado un poco es que, a medida que avanzaban los hechos, los capítulos
no dejaban de alargarse, haciendo así el libro un poco pesado al final.
La trama de la obra no es nada fuera de lo común, una chica
llega a otro lugar y vive una fantástica aventura, pero se compensa con algunos
actos inesperados y personajes como el caso de Arnolfi, que al principio no
tiene nada que ver y acaba metido en la historia de una manera espectacular.
Incluso con este escrito he aprendido a que hay que tener
imaginación y un espíritu aventurero, datos sobre los entierros Venecianos y a
preparar jarabe de rosas. Sin duda, me ha despertado el interés hacia otras actividades.
Aunque la obra también tiene momentos extraños, como cuando Ferrando
hace ese dialogo sobre los misterios de Venecia, el silencio, etc. Cosa que me
parece que solo es relleno y que quita espacio a las cosas realmente
importantes, como quién le regaló el medallón a Ángela porque no se menciona en el libro.
Personalmente, este libro me parece que le da mil vueltas al
del anterior trabajo (La historia de una gaviota y el gato que la enseño a
volar) porque le faltaba contenido, se repetían constantemente algunas palabras
sin usar sinónimos, tenía un exceso de diálogo repetido, etc. En cambio este de
aquí es justo lo contrario, no es perfecto pero tiene contenido suficiente,
mayor capacidad descriptiva e incluso un mejor precio económico.
Así que esta es mi conclusión final:
Historia: 7/10
Narración y explicación de los hechos: 9/10
Contenido: 10/10
Entretenimiento: 9/10
Algo que destaque: La capacidad tan perfecta a la hora de describir.
Algo que carezca: Te deja con intriga, así que espero una segunda parte.
Precio: 8/10
¿Compra rentable?: 100%